Por fín terminó. Con un sabor de boca muy amargo y con los corazones rotos, los españoles concluyeron ayer con unas elecciones que han acabado marcadas por la violencia, el terror, la rabia y la pena.
Esperemos que en este ejercicio democrático todos hayamos aprendido algo. Ojalá a partir de ahora, las motivaciones de los políticos de este país (y de todos), no queden ahogadas por las ansias de poder y por el temor a perderlo. Deben aprender lo que el pueblo espera de ellos, y deben estar dispuestos a darlo.
No se le puede pedir el voto al pueblo blandiendo insultos, ni realizando acusaciones infundadas, el pueblo no quiere ver peleas de patio, ni escuchar chistes, bromas o chascatrillos graciosos sobre otros candidatos...
Hoy tenemos un nuevo presidente, hoy en españa el pueblo ha demostrado que es el pueblo quien finalmente decide y por tanto, quien tiene el poder. Esperemos que no haya que recordárselo al nuevo presidente.
Publicado por LaRanaBudWeisEr.