Este fin de semana se ha inaugurado por fin en Barcelona el primer Fórum de las culturas, muchos os preguntareis: ¿qué és el Fórum? Yo no os lo voy a contestar en estas líneas, entre otras cosas porque no me corresponde hacerlo y no tengo la culpa de que vayais desinformados por el mundo, pero una cosa si os diré: en cuanto los vea en las tiendas me compro uno... Pero lo cierto es que parece que el evento no ha comenzado con el mejor pié, la asistencia no fue la esperada y ha recibido algunas quejas: La gente dice que quiere espacios cubiertos y más sitio para sentarse, pero bueno ¿a quién se le ocurre sentarse a descansar con la de cosas que hay para ver? Además, para eso están las terracitas de los bares y los restaurantes ¿acaso lo que queremos es que los pobres comerciantes se mueran de hambre? Y lo de los espacios cubiertos... a la gente no hay quien la entienda: pueden pasarse horas y horas tostándose en las playas y luego van y se quejan sólo por tener que pasear varias horas subiendo cuestas y escaleras bajo un sol de justicia. No, si lo que extraña es que no hayan pedido personal equipado con sombrillas y abanicos que les acompañen en la visita ¡cuanta razón tienen los que dicen que cada vez somos más cómodos! Otra de las rectificaciones que va a tener que hacer la organización del Fórum es la prohibición de entrar en el recinto con bebidas y bocadillos. No nos damos cuenta de que esta norma se había creado con objetivos púramente solidarios, seamos realistas: hay personas con poca capacidad adquisitiva, que despúes pagar la baratísima entrada al recinto no tendrán ni para el papel de aluminio con el que envolver los bocadillos... ¿somos tan egoistas que queremos que se mueran de envidia cuando vean como destapamos nuestras fiambreras o hincamos el diente en nuestro "bocata" de chorizo? Quejas, quejas y más quejas, como si el hecho de pagar nos diera derecho a criticar el trabajo mal hecho y además a sentarnos en el Fórum ¡Hay que ver como esta el mundo!