Si señoras y señores, ya tenemos muy muy cerca la estación más esperada del año (para algunos claro) Los termómetros suben y las ventas de ventiladores y aire acondicionado también... En realidad podríamos llamarlo la estación de las subidas, las mujeres suben los límites de las minifaldas, de los shorts, las camisetas suben de categoría y se convierten en tops... y claro, todo esto provoca otros tipos de subidas entre los hombres (bueno, en algunos puede que no) También aumenta -sobretodo en este país- el consumo de cerveza y con él el consumo de tapas, lo cual provoca que inevitablemente, a los responsables de este aumento les aumente de volumen la zona abdominal, también conocida como "la barriga". Es la época del año en la que ésta zona de la anatomía humana (la barriga) alcanza un alto nivel de protagonismo en nuestra vida cotidiana. Sólo hay que pasear un domingo a media mañana por una zona costera y las veremos de todos los tipos, exhibiéndose en las playas, en la montaña, en las terrazas de los restaruantes... en definitiva, mostrándose en todo su esplendor. Hablemos de las barrigas masculinas: las hay grandes, más grandes y de tamaño XXL, las hay orgullosas, que brillan reflejando al sol que las admira desde arriba, que parece que sean ellas las que tiran del "tio" que tienen enganchado detrás... También las hay tímidas, que intentan esconderse -sobre todo cuando se acercan a las mencionadas minifaldas, shorts y tops- sin éxito, provocando que su dueño suba los hombros, arquee los brazos y casi no respire. Pero el verano no sólo trae barrigas y minifaldas. Con el llegan las vacaciones, que darán buena cuenta de la paga extra y nos obligarán a sumirnos en eternas caravanas de coches, las cuales también tendremos que soportar cada vez que queramos ir a las playas atestadas de gente quemándose bajo un sol de justicia. Recuerdo que hace años, en casi todas las playas había una figura que no pasaba inadvertida: el heladero. Por si alguno lo no recuerda, este personaje era un señor -normalmente de mediana edad y con acento del sur- que paseaba entre las sombrillas y las toallas vendiendo helados, y lo hacia a voz en grito: HAAAAAAAY HEELAAAAAAAAAADOOOOOOOSS, HEELAAADOOOS BOOMBOOOON Y VAINIILLAAAAAAAAA... Pero lamentablemente, esta figura hoy se ha perdido. Y no me extraña... ¿a ver quien es el guapo que pasea con una nevera cargada entre las masas de gente que se hacinan en las playas hoy en dia? ¡¡Si la gente se pelea por colocar los codos, como en el cine!! Yo creo que ya que están y son tantos deberían aprovechar para manifestarse por algo, da igual lo que sea... tanta gente junta con la cara colorada tiene que asustar. Seguro que los escuchan.